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rain123El hombre, que lleva el peso de la responsabilidad moral, es responsable de utilizar los recursos de la Tierra con la debida consideracin, recursos que Dios ha sometido a todas sus necesidades.

Y cuando tu Seor les dijo a los ngeles: He de establecer un Califa en la Tierra, dijeron: Pondrs en ella quien la corrompa [desbastndola] y derrame sangre siendo que nosotros te alabamos y santificamos? Dijo: En verdad Yo s lo que vosotros ignoris. (Corn 2:30)

La humanidad, a travs de su padre Adn, fue enviada a la Tierra como su Califa un trmino que simultneamente significa: sucesor, administrador, sndico, representante y guardin. Es decir, el hombre fue hecho responsable de utilizar los recursos de la Tierra con la consideracin debida, recursos que Dios ha sometido a todas sus necesidades.

Dios es Quien cre los cielos y la Tierra e hizo descender la lluvia del cielo con la que hace brotar los frutos para vuestro sustento. l os someti las naves para que con ellas surquis el mar por Su designio, y os someti los ros [para que os beneficiis de ellos]. (Corn 14:32-33)

 

Acaso no veis que Dios os someti todo cuanto hay en los cielos y en la Tierra, y os colm de Sus gracias, las cuales podis apreciar algunas y otras no? Pero, a pesar de esto, entre los hombres hay quienes discuten acerca de Dios sin tener ningn tipo de conocimiento, gua o libro revelado. (Corn 31:20)

Por lo tanto, la Tierra ha sido creada con una causa y afecto definidos: facilitar a los humanos el cumplimiento de los fines por los cuales fueron creados ellos mismos, que son adorar y servir a su Creador.

Por cierto que he creado a los genios y a los hombres para que Me adoren. (Corn 51:56)

Aunque la creacin de los cielos y de la Tierra es en verdad mayor que la creacin de la humanidad ante los ojos de Dios [vase Corn 40:57], los humanos tienen una responsabilidad que no tienen los cielos ni la tierra. De hecho, Dios le ofreci a los cielos y a la Tierra confiarles la responsabilidad moral. Sin embargo, ellos comprendieron el peso de lo que se les peda y respetuosamente declinaron. Adn, sin embargo, acept la responsabilidad moral por parte de la humanidad. Lamentablemente, a diferencia de su padre, muchos de los descendientes de Adn fueron y son incrdulos, incompetentes y poco dispuestos a mantenerse fieles a sus obligaciones.

Ciertamente propusimos concederle la responsabilidad a los cielos, a la Tierra y a las montaas, y rehusaron cargar con l, y sintieron temor de ello. Pero el hombre carg con l; en verdad el hombre es injusto consigo mismo e ignorante. (Corn 33:72)

Cuando el hombre cumple fielmente con lo que se le ha confiado, obedeciendo y adorando a Dios de acuerdo a su naturaleza primigenia, obtiene la complacencia y la recompensa de Dios; cuando no, est en necesidad de Su perdn. Por cierto, la nica razn por la que una persona sucumbe a los deseos falsos y opresivos, es porque se est dejando alejar engaosamente de su naturaleza, apartndose del camino recto y transitando el camino errado tomado por el enemigo de Dios y del hombre: Satans.

Y agreg [Satans]: Por qu lo has honrado ms que a m [que me has creado de fuego]? Si me dejas vivir hasta el Da de la Resurreccin, desviar a la mayora de sus descendientes. (Corn 17:62)

Dios maldijo a Satans y ste replic: Seducir a una gran mayora de Tus siervos. Y los desviar, les dar falsas esperanzas, les ordenar que hiendan las orejas del ganado [marcndolas como ofrenda para falsas deidades] y que alteren la creacin de Dios. Quien tome a Satans como amigo en lugar de Dios estar evidentemente perdido. Les hace promesas y les da falsas esperanzas, pero Satans no les promete sino algo ilusorio. (Corn 4:118-120)

As, despus de enterarse de una realidad ms importante respecto al ambiente natural y a nuestro lugar en l, y es que aparte de la humanidad (y los yinn), toda la creacin animada e inanimada es inherentemente obediente a Dios y est en armona consigo misma; tambin aprendemos cmo el hombre puede recuperar su estado natural inocente: sirviendo y obedeciendo a Dios. Y entre la gran cantidad de actos de obediencia dignos de elogio est nuestro comportamiento responsable con el mundo que nos rodea. Un mundo que, para el propsito de este discurso, puede ser dividido en dos reinos o recursos principales: los sujetos del reino animal y sus hbitats naturales.

Dios es Quien os someti el mar para que las embarcaciones navegasen sobre l por Su designio, y as pudieseis procurar el sustento. Sed agradecidos con Dios, pues. Y os someti cuanto hay en los cielos y la Tierra por Su gracia. Ciertamente en esto hay signos para quienes reflexionan. (Corn 45:12-13)

 

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