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Ibn al-Qayyim Jawziyyah (que Allah tenga piedad de él) explica los motivos y causas del amor, y cómo estas mismas están en medio de la gente.


Él (que Allah tenga piedad de él) dice:

"La compatibilidad entre las almas es una de las principales causas del amor.


Cada persona se siente atraída hacia lo que es compatible con él, y esta compatibilidad es de dos tipos: la compatibilidad original que está arraigada en la esencia y la que viene después, ya de vivir juntos o tener algo en común.


Si tus objetivos coinciden con sus objetivos, habrá armonía entre tu alma y la suya, pero si los objetivos son diferentes, entonces la armonía no existirá.


En cuanto a la compatibilidad original, es una especie de similitud en la actitud y la similitud de las almas. Cada alma busca a otras almas que sean similares a él, porque lo que es similar a algo es naturalmente atraído por ello, por lo que las dos almas pueden ser similares en la creación original, por lo tanto habrá una atracción natural entre sí.

 

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Las alabanzas más excelsas son para Allāh, el altísimo, el creador, quien inicia y quien moldea las formas de lo visible y lo invisible. La ṣalāt de Allāh y su salām sea sobre aquel que abre, sobre aquel que sella, sobre aquel que mantiene el absoluto valor y es digno de alabanza; sea, igualmente, sobre sus gentes y sobre sus compañeros en la excelencia hasta el día del juicio.

As-salām ‘alaykūm wa raḥmatullāh wa barakatuhu,

Queridas hermanas y hermanos seguimos en el camino hacia el ḥajj y el sacrificio, y es imposible hacerlo sin tawakkul (confianza plena). De todos los términos del pensamiento islámico este es uno de los que más fuerza tiene y, a la vez, más sinceridad. El tawakkul es algo de lo que cualquier creyente viviente, nace de la dureza de vivir, de la soledad del ser humano ante una creación tan cercana y lejana. En el fondo es el paso previo a sentir la unicidad con Allāh, el altísimo, pues solo cuando las aparentes lógicas discursivas se rompen se llega a Él.

Celebrar Al-Mawlid (nacimiento) del Profeta Muhammad y otros Mawlids

Alabado sea Allah, el Único, y la paz y las bendiciones sean con su Mensajero, su Familia y sus Compañeros!

El jueves 18/3/78 H., leí el artículo de Muhammad Amin Yahya
( Número del tomo 6; Página 318)
que se publicó en el periódico Al-Adwa’ con fecha de 16/3/1378 H. Este escritor mencionó que los musulmanes en todos lados celebran Al-Mawlid del Profeta de diferentes formas y agregó que debemos organizar una inmensa celebración. Asimismo, los periódicos deben tomarlo en serio y dedicarle artículos, y la radio tiene que emitir programas especiales respecto a esta inolvidable ocasión. Esto es el resumen del artículo mencionado.
Me quedé sorprendido por la audacia de este escritor, que está haciendo propaganda -con su artículo- de una bid‘ah (innovación en la religión) contradictoria con las prácticas del Mensajero de Allah, sus nobles Compañeros y los Salaf Salih (piadosos predecesores) en países islámicos, los cuales juzgan según la shari‘ah (Ley Islámica) y luchan contra las innovaciones. Basándome en la obligación de aconsejar al prójimo por la causa de Allah, Su Libro, Su Mensajero y los musulmanes, he decidido escribir un comentario sobre este artículo para informar a este escritor y sus partidarios del veredicto de la shari‘ah sobre celebrar Al-Mawlid del Profeta. Así les digo:
Sin duda, Allah -Exaltado sea- envió a Su profeta Muhammad -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- con la guía y la religión de la verdad, que son la ciencia útil y la acción recta. Además, Allah no terminó la vida del Profeta hasta que completó la religión para él y para su Ummah (Nación Islámica), y les manifestó Su gracia, como dice Allah -Exaltado y Glorificado sea-: Hoy os he completado vuestra Práctica de Adoración, he culminado Mi bendición sobre vosotros y os he aceptado complacido el Islam como Práctica de Adoración Allah -Exaltado sea- indica en esta noble aleya que la religión se ha completado y la gracia se ha cumplido. Por consiguiente, quien intenta inventar algo fingiendo que es legal y haciendo que la gente lo practique, está manifestando que la religión es incompleta, y más aún, que necesita añadidos. No hay lugar a dudas que éste es un acto abominable, y más aún es una mentira grave, que contradice la aleya antes mencionada.
( Número del tomo 6; Página 319)