Sahih Al-Kalim At-Taiyib : Sheik Mohammed Naser-ud-Din Al-Albani.
4.- Oraciones a la hora de irse a la cama
25.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) sobre irse a la cama en la noche, acostumbraba decir: “¡Oh Alláh! Por Tu Nombre yo muero, y por Tu Nombre yo vivo”. Acerca de despertar en la mañana, él (صلى الله عليه وسلم) decía: “Toda la alabanza es debida a Alláh. Él quien nos resurrecta después de la muerte. La Resurrección pertenece a Él”.
26.- Cada noche el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) sobre irse a la cama, acostumbraba poner ambas manos juntas, soplar en ellas y recitar Surahs “Ikhlas”, “Falaq” y “Nas”. Luego él (صلى الله عليه وسلم) pasaba sus manos sobre su cuerpo entero comenzando con su cara y cabeza y las movía hasta el pecho y continuaba bajando. Él repetía esto tres veces.
27.- Es reportado que Abu Huraira (رضي الله عنه) dijo: “Una persona se deslizó durante la noche y trató de robar de los artículos presentados al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) para las almas (caridad), lo cual fue confiado a mí. Él no fue exitoso. La persona regresó la siguiente noche de nuevo sin éxito. Finalmente en la tercera noche yo lo caché y hablé con él, que lo iba a reportar con el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم). La persona dijo: “¿Si yo te enseño algunas frases que te beneficiarán (me dejarías ir)?” (Los Compañeros del Apóstol de Alláh acostumbraban estar interesados en acumular tantos buenos actos como fuera posible). El ladrón dijo: “Al ir a la cama a dormir, recita Ayat-ul-Kursi (versículo 256 de la Surah Al-Baqara (La Vaca). Alláh enviará (a un ángel) a cuidarte hasta la mañana”. Al oír esta historia, él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Aunque el ladrón es un mentiroso, él te dijo la verdad. Ése ladrón era Satán”.
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Sahih Al-Kalim At-Taiyib
13.- Suplicación durante la oración (después del Tasha-hud durante el sentado final)
84.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Al terminar el sentado final (durante la oración), uno debería buscar refugio con Alláh, el Altísimo de cuatro cosas: la tortura de la tumba, la tortura del fuego del Infierno, las pruebas de la vida y de la muerte y el mal causado por el Falso Mesías”.
85.- Es reportado por Aisha (رضي الله عنها) que El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) ofreció las siguientes suplicaciones durante la oración: “¡Oh Alláh! Yo busco refugio Contigo de la tortura de la tumba. Yo busco refugio Contigo de la prueba del Falso Mesías. Yo busco refugio Contigo de las tentaciones de la vida y de la muerte. ¡Oh Alláh! O busco refugio Contigo de mis pecados y de estar en deuda”. Un hombre dijo: “¡Oh Mensajero de Alláh Yo te escuché repitiendo ésta última porción de tu suplicación (¿Cuál es el significado de ello?)”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Uno quien está en deuda mentirá cuando hable y siempre rompe sus promesas”.
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Sahih Al Bujari
El libro Revelación 1
1. ‘Umar Ibn Al-Jattâb dijo: ‘Oí al Mensajero de Dios (B y P) decir: «Las obras son según las in- tenciones y cada persona será recompensada se- gún su intención. Así pues; quien haya emigrado por algún beneficio mundanal o por casarse con una mujer, su emigración será para lo que él quiso»’ .
2. ‘Âisha relató que Al-Hâriz bin Hishâm pre- guntó: ‘¡Oh Mensajero de Dios! ¿Cómo te llega la revelación divina?’ y el Mensajero de Dios (B y P) respondió: «A veces la revelación me llega como el tintineo de una campana y esta es la forma más dura de revelación. Este estado termina cuando he asimilado la revelación. Otras veces el ángel viene a mí con forma humana y yo asimilo todo lo que me dice». ‘Âisha añadió: ‘En verdad, le he visto recibiendo la revelación y noté que, en un día muy frío, corría el sudor por su frente después de terminar la revelación’.
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Libro de la Sabiduría 3
I• La superioridad de la sabiduría
54. Abû Huraira relató que un beduino se acercó al Mensajero de Dios (B y P), mientras él enseñaba a sus discípulos, y le dijo: ‘¿Cuándo será la hora?’ El Mensajero de Dios (B y P) siguió hablando; entonces, algunos dijeron: ‘No le gus- tó lo que dijo (el beduino)’. Otros dijeron: ‘No lo oyó’; hasta que terminó de hablar. Entonces, dijo: «¿Quién preguntó por la Hora del Juicio?» El be- duino dijo: ‘Soy yo Mensajero de Dios’. Le dijo: «Cuando la confianza (en la autoridad y la hon- radez) se pierda, espera la llegada de la Hora». El beduino preguntó: ‘¿Y cómo se perderá la con- fianza?’ El Profeta (B y P) respondió: «Cuando la autoridad y el poder se entregue a gente incapaci- tada espera, pues, la Hora».
II • Quien levanta la voz difundiendo la sabiduria
55. ‘Abdullah Ibn ‘Amrû relató: ‘El Profeta (B y P) se retrasó un poco de nuestro grupo en un viaje que hacíamos. Cuando nos alcanzó, la oración nos apremiaba y realizamos la ablución (wudû). Solo nos frotábamos los pies (sin lavar- los correctamente); entonces, él clamó a toda voz: «¡Ay de los talones en el Fuego!». Lo hizo dos o tres veces’.
III • El imâm (lider) interroga a sus compañeros para probar su conocimiento
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Sahih Al-Kalim At-Taiyib
11.- Suplica al inicio de la oración
63.- Al Apóstol de Alláh le fue dicho que hiciera una pausa por un periodo corto antes de comenzar la recitación en la oración. Viendo esto Abu Huraira (رضي الله عنه) preguntó: “¡Oh Profeta de Alláh! ¡Pueden ambos de mis padres ser sacrificados por ti! ¿Qué dices cuando haces pausa antes de recitar (en la oración)?”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Yo digo: “¡Oh Alláh! Haz la distancia entre mis pecados y yo como la distancia entre el Este y el Oeste. ¡Oh Alláh! Purifícame de mis pecados como las ropas blancas están limpias de todas las impurezas. ¡Oh Alláh! Lava mis pecados con nieve, agua (lluvia) y granizo”.
64.- Es reportado de Jobair bin Mutim (رضي الله عنه) quien vio al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) ofreciendo la oración y diciendo (al principio): “Alláh hu Akbar” (Él es grande). Toda la alabanza es debida a Alláh. Toda la Gloria pertenece a Alláh, el Altísimo, en el día y en la noche. Yo busco refugio con Alláh, el Altísimo del demonio maldito (la arrogancia), su respiro (poemas), su silbido y su susurro (la muerte espiritual)”.
65.- Es reportado de Aisha (رضي الله عنها) y Abu Said (رضي الله عنه) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) al principio de la oración acostumbraba decir: “Toda la Gloria es debida a Ti. ¡Oh Alláh! Bendito es tu nombre. Nada es igual a Ti. No hay deidad sino Tú”.
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La Enfermedad de los Deseos
Por Shaykhul-Islaam Ibn Taymiyyah
"Extraído “de Enfermedades de los Corazones y sus Curas” .
Traducido del Inglés por Ummu Abderahman Yasmina al Andalussia
La avaricia y los celos son enfermedades que conducen al alma a odiar aquello que la beneficiaría, y a amar eso que la dañaría. Esto es porqué los celos fueron mencionados junto al odio y el resentimiento en los ahaadith precedentes. En cuanto a la enfermedad del deseo y amor apasionado entonces ésta es el alma amando aquello que la dañaría y emparejado con esta es su odio a eso que la beneficiaría.
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