Bulug Al-Marám (El Alcance De Lo Deseado De Las Evidencias De La Legislación)
Hadiz
EL LIBRO DE LOS ALIMENTOS
Capítulo 3: AL-'AQIQA [*]
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Narró Ibn 'Abbás que el Profeta degolló un carnero [1] para cada uno de Al-Hasan y Al-Husain [2] (por su nacimie
La Mejor Medicina Para el Corazón
Ibn al-Qayim al Jauzía.
Ibn al-Qayim al Jauzía que Allah tenga misericordia de él, dice: «En resumen, no hay nada más beneficioso para el corazón que la lectura del Qur'an, con contemplación y reflexión. El Q
...Los festivales de los Kufar (festivales de navidad y año nuevo)
Por: el Sheik-al-Islam Ibn Taymiyah (رحمه الله).
El Sheik-al-Islam Ibn Taymiyah (رحمه الله) dijo en su comentario sobre la aleya: “Y aquellos quienes no atestiguan la falsedad (al-zur
De la meditación en la inmensidad de la creación
Los Jardines de los Justos. Imam Nawawi.
Capítulo IX
Sagrado Corán
Dijo Allah, Altísimo sea:
Di: Sólo os exhorto a una cosa: Que os lo propongáis, en pares o de uno en uno, y reflexion
...
Sahih Al Bujari
El libro Revelación 1
1. ‘Umar Ibn Al-Jattâb dijo: ‘Oí al Mensajero de Dios (B y P) decir: «Las obras son según las in- tenciones y cada persona será recompensada se- gún su intención. Así pues; quien haya emigrado por algún beneficio mundanal o por casarse con una mujer, su emigración será para lo que él quiso»’ .
2. ‘Âisha relató que Al-Hâriz bin Hishâm pre- guntó: ‘¡Oh Mensajero de Dios! ¿Cómo te llega la revelación divina?’ y el Mensajero de Dios (B y P) respondió: «A veces la revelación me llega como el tintineo de una campana y esta es la forma más dura de revelación. Este estado termina cuando he asimilado la revelación. Otras veces el ángel viene a mí con forma humana y yo asimilo todo lo que me dice». ‘Âisha añadió: ‘En verdad, le he visto recibiendo la revelación y noté que, en un día muy frío, corría el sudor por su frente después de terminar la revelación’.
Leer más:Libro de la Revelación 1
De la paciencia
Los Jardines de los Justos. Imam Nawawi. Capítulo III
(Acerca de la sinceridad y la declaración de la intención en los hechos, dichos y estados, tanto externos como internos)[1]
Sagrado Corán
Dijo Allah, Altísimo sea:
"¡Oh creyentes, sed pacientes y perseverantes!"[2]
(La familia de Imran /200).
"Y seréis probados con el miedo, el hambre y el dinero; en vuestras vidas y en los frutos. Y el triunfo será para los pacientes."
(La vaca /155).
"Se recompensará a los pacientes de forma ilimitada."
(Los grupos /10).
"De los asuntos más grandes, quien tuvo paciencia y supo perdonar."
(La asamblea /43).
"Ayudaos en la paciencia y en la oración, pues, verdaderamente Él está con los pacientes."
(La vaca /153).
"Y os probaremos hasta que se demuestre quienes de vosotros son los muyahidin y quienes los pacientes."
(Muhammad /31).
Y son muchas las ayat del Corán que nos incitan a la paciencia y nos explican sus excelencias.
Leer más: De la paciencia.Capítulo III
De la perfecta observación de Allah hacia las acciones de sus siervos
Los Jardines de los Justos. Imam Nawawi.
Capítulo V
Sagrado Corán
Dijo Allah, Altísimo sea:
"Aquel que te ve cuando te levantas para la oración y te pones en pie, inclinado y postrado con los demás orantes."
(Los poetas /218-219)
"Y Él está con vosotros donde quiera que os encontréis."
(El hierro /4)
"Realmente a Allah no se le escapa nada ni en la Tierra ni en el Cielo."
(La familia de Imran /5)
"Allah es realmente el Observador."
(El alba /14)
"Y Él sabe lo que miran los ojos a hurtadillas y lo que ocultan los corazones."
(Perdonador /19)
Leer más:De la perfecta observación de Allah hacia las acciones de sus siervos.Capítulo V
Sahih Al-Kalim At-Taiyib
12.- Suplicaciones durante la oración (en rukú (inclinación), postración y asiento entre postraciones)
70.- Fue reportado por Huthaifa (رضي الله عنه) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) fue escuchado decir, durante su rukú (inclinación en la oración): “Subhana Rabia al-Athim” (Glorificado sea Mi Señor, el Más Grande), tres veces. Y cuando él (صلى الله عليه وسلم) se postraba decía tres veces: “Subhana Rabia Al-Ala” (Glorificado sea Mi Señor, el Más Alto).
71.- Ali (رضي الله عنه) reportó una descripción del Apóstol de Alláh en la oración: “Mientras estaba en Rukú, él (صلى الله عليه وسلم) decía: “¡Oh Alláh! A Ti yo te reverencio. En Ti yo creo. A Ti me rindo. ¡Oh Alláh! Mi oído es debido a Ti, (tanto como es) mi vista, mi cerebro, mis huesos y mis nervios”. Después de levantarse del Rukú, él (صلى الله عليه وسلم) continuaba: “Alláh escucha a aquellos quienes lo alaban a Él. ¡Oh Nuestro Señor! A Ti es debida toda la alabanza, tanta como para que llene los cielos, la tierra, la distancia entre cualquier cosa más que Tú quieras y desees”. Al postrarse, él decía: “¡Oh Alláh! A Ti yo me postro. En Ti yo creo. A Ti yo me rindo. Mi cara se postra ante Ti, quien la creó; le dio forma y abrió su oído y su vista. Bendito sea Él, el mejor de los Creadores”.
72.- Aisha (رضي الله عنها) dijo: “El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) siempre decía durante el Rukú y la postración: “¡Glorificado seas Tú, Nuestro Señor! Toda la alabanza es debida a Ti. ¡Oh Alláh! Discúlpame y perdóname”, en un intento de usar el significado del verso coránico: “Elabora la alabanza de Tu Señor y busca el perdón. Verdaderamente él es el Perdonador” (71:10).
Leer más:12.- Suplicaciones durante la oración
Abandonando el Salat Al-Fajr
Pregunta: ¿Cuál es el veredicto respecto al abandono de Salat al-Fajr?
Respuesta: Al abandonar el salat al-Fajr, si lo que está implicado (en la pregunta) es el abandono de la oración en congregación, entonces esto es haraam y un pecado. Esto es porque es obligatorio para el hombre el rezar en congregación.
Y si lo que está implicado (en la pregunta) es que él la abandona por completo o no reza, excepto después de la salida del sol, entonces él está en extremo peligro, tanto es así que algunos de los Sabios mantienen la opinión de que quien sea que deja una oración (obligatoria) hasta que termina el tiempo en que puede hacerla sin una razón islámicamente legítima, entonces como resultado él es un kaafir. Así que es obligatorio para aquel en tal condición arrepentirse ante Allah (sólo) y volver a adorar a su Señor.
Sheikh Ibn ‘Uthaymeen.
Fataawa Manaar al-Islaam - Volumen 1, Página 133, Pregunta No.101